Ayer fue mi cuarto aniversario de novios. Parece mentira que hayan pasado cuatro años. Es verdad que la vida cada vez pasa más deprisa.
En esos cuatro años me he sacado la carrera, he empezado a trabajar, he hecho amistades importantes, mis padres se han separado, he perdido un familiar, he sufrido y me he divertido, he discutido y he amado, y creo que también he madurado (aunque me quede mucho aún).
Cuántas cosas, ¿no?
Hubo unas cuantas casualidades graciosas, por ejemplo, por la tarde fuimos al mismo cine, creo que más o menos era la misma sesión, y por la noche en la tele ponían Ocean eleven que fue la peli que vimos en el cine ese mismo día.
Bueno, quitando eso la verdad es que el día fue bastante distinto del de hace cuatro años. La comida en casa de mis abuelos y la cena en un buen restaurante no tiene nada que ver con el nestee y la coca-cola de aquel pub donde estuvimos cuatro horas como pavos antes de que... pues eso... de que se lanzara...o de que me lanzara yo ;)
Recordar esas cosas siempre es bonito y gracioso.
Pues bien, fuimos a cenar a un restaurante de los caros, o por lo menos para mi bolsillo si es de los caros. Restaurante "El Churra" (nunca viene mal algo de publicidad). La cena muy bien, la verdad es que me va gustando eso de que te sirvan bien, te cambien de cubiertos, te pongan el pan con pinzas, jeje. Da la casualidad que como yo estoy trabajando y mi novio estudiando, y todavía no me había pagado nada por mi trabajo, le había dicho que pagaba yo. Después de mucho insistir y casi discutir por quién pagaba, lo convencí de que pagaba yo. Por qué les costará tanto a los hombres que les invites a algo? Pues a la hora de pagar,me hizo gracia que el camarero le dejó la cuenta al "hombre". Y digo yo :¿por qué se sigue siendo tan machista en este país?, ¿por qué no puede dejar la cuenta en el centro de la mesa?.
Bueno, que me voy del tema. Pues eso, que fue un día bonito, distinto al de hace cuatro años, con cosas mejores y con cosas peores. Pero con todas ellas espero seguir celebrando muchos más.
