Echar de menos

Echar de menos es una sensación tan abrumadora y obsesionante. Porque no es que estés triste. Si, estás triste pero es que además sientes una desazón y un ansia por esa persona o ese algo a lo que echas de menos que parece que te quema por dentro. Creo que cualquiera sabe lo que es esa sensación, aunque cada uno la experimente de una manera u otra. Mi cuerpo la experimenta, a veces, como si me faltara el aire. Respiras y respiras pero todo el aire es poco para tus pulmones.

Echar de menos a alguien, es añorarlo, querer verlo, querer tocarlo, querer sentir su presencia aunque no te hables, no te mires, no te toques. Tan sólo saber que está ahí. Eso da calma. Da felicidad.

Supongo que será bueno. Es bueno para saber apreciar los momentos que pasamos con esa persona. Saborear segundo a segundo, grabar su imagen en tu retina como si fuera el tesoro más preciado que pudiéramos imaginar.

Tolerancia vs Iglesia

Hoy de nuevo he sumado un punto más en mi distanciamiento con la iglesia, y venga otro más. He visto en las noticias que al entrañable Ratzinger se le ha ocurrido prohibir el sacerdocio a los homosexuales o personas que defiendan la homosexualidad. Y digo yo, ¿por qué ser tan malo cuando no cuesta tanto ser bueno? Pero no, me arrepiento de mi última frase, porque yo no me voy a poner a su altura de juzgar de esa manera a las personas. Pero ¿quién se han creído que son?. Si son personas como tu o como yo. A ver, la "palabra de Dios" dice: "ama a tu prójimo",
no dice: "ama a tu prójimo excepto si es homosexual". Pero ante esta forma de actuar pienso igual que con el tema de adopción por parte de homosexuales: "que buenos padres perderá este mundo". Pues en este caso pienso: "que buenos sacerdotes perderá la iglesia".

Me parece increíble que estando en el siglo XXI, en un mundo donde ya de por sí hay demasiadas trabas, venga la iglesia a poner las cosas más difíciles. Buscamos la tolerancia y ella es la primera en ser intolerante. La iglesia tiene que ir cambiando con la sociedad, tiene que amoldarse a las nuevas formas de vida (ej, los preservativos, un tema que me parece demencial), al pueblo. Y a mi parecer una pequeña dosis de humildad no vendría nada mal para comenzar con el cambio.

El placer de un libro en la cama

Estás cansado después del largo día, en tu camita, con un buen libro, notas como se relajan las piernas, la espalda, ese es tu momento. Yo hace ya algún tiempo que no duermo sin leer unas páginas del libro que esté leyendo. Es muy satisfactorio incluso cuando me quedo roque después de las cuatro primeras hojas (cosa que me pasa a menudo). Ahora estoy leyendo Historia del rey Transparente de Rosa Montero. Es una novela ambientada en el siglo XII que narra historias de caballeros, plebeyos, los cruzados, los cátaros....Tiene toques mágicos pero siempre con una base muy sólida y muy realista. Es novela, pero la verdad es que aprendes un montón acerca de como eran las cosas por aquellos lejanos tiempos.

Pues bien con lo dicho, doy las buenas noches y voy a encontrarme con Leola, Nineve, la Dama Negra....

Orgía ¿lo haríais?

Bueno, bueno, este es un tema que da mucho para hablar (y lo digo por experiencia). ¿Os habeis planteado alguna vez hacer una orgía?, ¿o directamente la habeis hecho?. Son preguntas retóricas, pero si alguien quiere contar su experiencia es bienvenido. Es un tema que plantea tantas dudas a la hora de realizarse que parece que da pereza ponerse. Por ejemplo, en primer lugar, si tienes pareja ¿se lo dices?, ¿lo haces con ella?... En segundo lugar, ¿lo haces con conocidos o con desconocidos?. Bueno, con desconocidos no digo que sean personas que no conoces de nada, más bien que no son tus amigos íntimos. En tercer lugar, ¿lo planeas con fecha y hora o lo dejas a cuando surja?. Uf, demasiados interrogantes, no?

Bien, con esto no quiere decirse que esté pensando en hacerla, pero hay que hablar de todo en esta vida! Lo que si es verdad es que es un tema del que se pueden sacar muchísimas opiniones, yo he oído unas cuantas ya. Si os apetece dejar aquí en este sencillo blog la vuestra, adelante!
Y aunque no saques nada en claro, y sea hablar por hablar, pasas un rato divertido, y eso es lo que cuenta. ¿Por qué no sacais el tema un día tomando unas copas con los amigos y me contais?