27 diciembre, 2010

PERMISO PARA REIR!!

¿Te ríes habitualmente? ¿Estás satisfecho con tu vida? ¿Crees que todo va a ir bien? Principalmente, si tu respuesta a estas preguntas es un NOOOO, pero aunque sea un SÍ, da igual, siempre viene bien, pon un curso de risoterapia en tu vida!! Sí chic@s, acabo de hacer un curso de risoterapia en la universidad, organizado por la Agrupación Centro de Cultura de Murcia, y no es por hacer propaganda gratis ni la pelota, pero ha estado genial. Empezando por el profesor, ¡Antonio te queremos!, siguiendo por los compañeros y acabando por las dinámicas y cantidad de "tonterías" que hemos llegado a hacer, pero todo con un último fin: reirnos y ser felices. No puedo negar que al principio te da un poco de vergüenza, qué se yo....hacer de camello, de foca, salir a cantar delante de tus compañeros, imitar el orgasmo de una tortuga o hasta hacer de prepucio, jaja, pero ¿sabéis qué? que "¡me importa un pito como me salga ésto!". Ese fue el lema del curso, y conmigo funcionó. Yo soy más bien tímida (aunque alguno de mis amigos se empeñe en negarlo) y no es que me transformara radicalmente nada más entrar por la puerta, pero hice cosas que no hubiera pensado hacer sin sentirme ridícula. Como os he dicho....me importaba un pito!

De todas formas, como no era un curso de risoterpia puro y duro, sino como nos recalcaba Antonio, un curso de "Aplicación y desarrollo del sentido del humor", no sólo ha sido reir (que ya es bastante), sino que ha sido conocer gente estupenda, recordar aquellos sencillos placeres de la vida como puede ser disfrutar de un buen desayuno, mirarte al espejo y cucarte un ojo diciéndote "tía buena!", jeje, regalar sonrisas a la gente sin ningún motivo y ver cómo se dibuja una en sus rostros, enfadarte por cualquier tontería y rápidamente tener la capacidad de cambiar el chip y quitarle esa inmerecida importancia al asunto o apuntarlo en nuestra "libretica de imbéciles", sentir la necesidad de poner risas en tu vida por todos lados...en fin, ya sabéis ¡¡queremos el curso de expertos en risoterapia!!

Y, finalmente, lo mejor es que no hemos puesto fin a esta locura con la clausura del curso, sino que hemos seguido quedando, la cosa ha ido a peooooorrrrr, la cosa promete ir a "más peor", yo quiero estar ahí y espero que estéis todos para hacerle a la gente el corro de la patata por la calle hasta no poder más, para hacer lip dubs de esos, para hacer rondas de chupitos... y sobre todo para darnos muchos, muchos abrazos y no parar de reir!

03 diciembre, 2010

Saca tarjeta roja al maltratador

La campaña contra el maltrato a las mujeres propuesta por el desaparecido Ministerio de Igualdad, hace unos meses, continúa sacando tarjetas rojas a los maltratadores, por ejemplo, en programas de televisión como Gran Hermano. El pasado 25 de noviembre con motivo del Día Internacional contra la violencia de género pudimos sacar tarjetas rojas contra el maltrato a la mujer. En este enlace podemos ver la campaña http://www.sacatarjetaroja.es/campana-en-tv. Pero no solo podemos sacar tarjeta roja contra la violencia de género, sino que anoche vi como se sacaron en GH tarjetas rosas y azules contra el maltrato a los niños. No podemos olvidar a esos 8 de cada 100 niños que sufren maltrato. Arriba nuestras tarjetas. Tolerancia cero. Basta ya.

20 noviembre, 2010

Tiempo para mí

¿Cuántas veces no diremos la típica frase de "cuando tenga tiempo quiero...."? Cuando tenga tiempo quiero aprender a tocar la guitarra, quiero dedicarme a cultivar mi cuerpo (que falta le hace), quiero leerme esas novelas que tanto me entretienen, quiero apuntarme a un taller de pintura (o incluso de arte floral, jeje), quiero salir más a la montaña, quiero, quiero, quiero... hasta tumbarme a la bartola en el sofá e hincharme a ver pelis o hacer una macrosesión de zapping en la tele. ¡Pues por fin lo tengo! Estoy haciendo algunas de esas cosas y, la verdad, me siento mejor conmigo misma. Al principio no tener trabajo me agobiaba un poco, todo el día en la casa, sin hacer nada, pero luego pensé "es la ocasión para hacer todo lo que quiero hacer cuando no tengo tiempo y no puedo". Porque las épocas de estrés volverán, volverá el madrugar, el no parar en el trabajo hasta que se me olvide comerme el bocadillo (pa que luego digan que pa qué estamos los orientadores), el echarme cientos de kilómetros a las espaldas con mi súpercoche, el pasar horas y horas en la biblioteca, la presión de la oposición, la ansiedad del echarte de menos, el tomarme un café de 30 minutos con mi amigo Antonio en La Boheme porque tengo que irme corriendo a estudiar....Se acabó, ahora hago lo que me apetece y cuando me apetece, soy dueña de mi vida, no me deprimo por no tener trabajo (entre otras cosas porque sé que es algo temporal), sino que aprovecho esta oportunidad mientras pueda. ¡Qué bueno esto de tener tiempo para mí!

10 noviembre, 2010

Estos maravillosos años

Una novedad en mi vida tras estos cuatro años de ausencia blogera es que me he independizado, bueno, mejor dicho, me he ido de casa, porque independiente, lo que se dice independiente total no soy, sólo que ahora la figura "manteniente" es otra, jiji. Pero sí, a efectos prácticos he salido de la casa familiar, esa en la que estaba tan bien, pero que, por otro lado, tenía ya ganas de dejar (algunos diréis, ¡con 28 años ya te tocaba!). En otros posts he hablado de épocas de transición como puede ser la del paso de estudiante a trabajador, pero este ha sido para mí uno de los momentos más importantes, y no sólo por salir de mi casa e iniciar una vida nueva, sino por hacerlo alejándome cientos de kilómetros. Ahora, pasados unos meses, todo ha vuelto a la calma, pero en un inicio no me ubicaba. En mi fuero interno, la niña que llevo dentro decía ,¡quiero a mi mami!, jeje, no lo podía evitar, suena absurdo, pero creo que algunos de los que estéis leyendo ésto y que hayáis salido de casa, me entenderéis.

Para que luego digan de la adolescencia, pues yo veo esta etapa, de los 20 a los 30 (que cada vez se va alargando más, puede que hasta los 40 en algunos casos) de las más críticas. ¡Cuánto cambio! ¡Cuánto pensar! ¡Cuánto decidir! Cuánto divagar....Que si el trabajo, que si la oposición, que si la pareja (si la tengo), que si me busco novia/o (que ya va siendo hora), que si no tengo dinero, que si ya me va tocando ésto o lo otro, que si se me pasa el arroz, que si todavía soy joven (y me quedo hasta las 7 de fiesta, uuuuhhh!), que si me empiezan a salir canas (esta mañana creí ver una, pero todo quedó en un susto, jeje), que si me caso o vivo en pecado, que si unos chiquillos me llaman de usted (perdone ¿tiene un cigarro?), que si quiero tener tres hijos tengo que empezar a los x años o esperar a tener trillizos, que si ya no veo a mis amigos lo que quisiera porque ya cada uno tiene su vida, que si soy tan pobre que no tengo ni hipoteca, que si la mierda de crisis que me ha tocado vivir justo cuando tengo que labrarme un futuro... en fin, que si me hago mayor....

Sin embargo, como optimista que me considero, no puedo acabar este post con esta angustia de vida que me he montado en un momento, porque sí, tenemos estos o algunos (gracias a que no tenemos todos) de estos pensamientos, pero también tenemos muchas ilusiones nuevas por descubrir como la alegría que te da conseguir tu primer trabajo "importante", comenzar una convivencia con tu pareja, sentir lo que debe ser la experiencia más maravillosa del mundo de tener un hijo, y alegrarte por los que esperan tus amigos (Ferdinam me alegro muchísimo), disfrutar de esas buenas cenas con los amigos que se pueden alargar hasta las mil sin necesidad de ir corriendo a los pubs, entender mejor a tus padres o por lo menos aceptarlos tal y como son sin seguir con esa lucha estéril....Esos son mis motivos alegres (como decían los niños perdidos del país de nunca jamás) para estar encantada de vivir esta época de mi vida ¿cuáles son los tuyos?.

09 noviembre, 2010

Volver


Vaya, unas vacaciones de cuatro años, no está nada mal, diréis. Qué irresponsabilidad por mi parte, decir que me voy de vacaciones y no volver. Pero, como suele decirse, más vale tarde que nunca, ¿no? Aunque debo deciros que no estoy muy segura de este resurgir. Debo confesaros que dejé de escribir un buen día porque no encontraba dentro de mí palabras para seguir compartiendo en este blog, o si las tenía, no me apetecía plasmarlas en esta pantallita. Pero ayer, cuatro años después, me acordé de este mi blog, me puse a releer las entradas, los comentarios.... y diría que fue una experiencia divertida y entrañable. En muchos de los posts ni me reconocía, quieras o no de los 24 a los 28 años algo cambia; en otras ocasiones, me quedaba asombrada diciendo, ¿yo escribí esto? pues no está nada mal , o por el contrario, dios! cuánta tontería junta! Supongo que fue como releer un diario que hace mucho que escribiste. O ¿nunca lo habéis hecho? Probad, os aseguro un ratito de risas, de revivir sentimientos, incluso de avergonzarse de lo tontos que éramos o de lo a pecho que nos tomábamos las cosas.

Por otro lado, también pensé en que si definitivamente volvía a mi blog, no estaría mal darle un cambio, o incluso crear un nuevo blog y empezar de cero, pero descarté esta opción porque me gustó más la idea de continuar este proyecto que un día empeze con tanta ilusión. ¿Por qué no darle otra oportunidad? O en realidad, ¿esto no tendrá que ver con mi resistencia al cambio? Como decían mis terapéutas gestálticos, me lo haré mirar...

¡Qué cómoda me siento escribiendo! Ahora falta que me lea alguien, que algunos de los que me leíais (todavía no entiendo que me llegárais a leer tantos, muchísimas gracias!) volváis a hacerlo si os apetece, volver a adentrarme en este mundo de los blogs, porque no sólo dejé de escribir, sino que dejé de leeros, sorry...

Ahora, sinceramente os digo que no sé si lograré mantener este blog, pero si que os prometo que me lo voy a proponer en serio, luchando con todas mis ganas contra mi falta de constancia, esa que me impide terminar muchas de las cosas que empiezo (el gym, la guitarra, el inglés...) y que creo que con los años voy venciendo.

Bien, me despido de todos, pero pronto volveré, ya lo veréis.